Clos i Terrasses España, S.L.

Fundada en 1989

Una artesana de la vid de origen suizo produce en España uno de los caldos más codiciados y escasos del planeta, el Clos Erasmus. Daphne Glorian se asentó en el Priorat con un grupo de colonos y años más tarde consiguió crear uno de los mejores vinos del mercado.

Daphne Glorian es la propietaria y el alma de las bodegas Clos i Terrasses. Las cosechas de Clos Erasmus de 2004 y de 2005 fueron premiados con 100 puntos –máxima nota posible- en la lista del prestigioso experto estadounidense, Robert Parker.

Encabezó una relación de 984 caldos probados entre septiembre de 2006 y enero de 2008.

La excelencia en su caso está más que demostrada ya que sólo produce 3.200 botellas anuales en una pequeña finca de 2,5 hectáreas.

Nacida en Paris en 1959, se crió en el cantón de Berna y su familia materna procede de la zona de Zermatt (cantón del Valais).

Pronto dejó su carrera de abogada para dedicarse por entero al vino. "Alguien me ofreció un trabajo por casualidad en una empresa de vinos. No sabia nada del tema", confiesa a swissinfo.

"Allí empezó mi amor, trabajaba con caldos de Borgoña. A los tres meses era toda una adicción".

En una feria vinícola conoció a los brillantes enólogos René Barbier y Álvaro Palacios. Le comentaron las ideas que tenían para hacer grandes vinos en Priorat. Daphne vendió todo lo que tenía y se fue a esta pequeña zona de la provincia de Tarragona (Cataluña) para elaborar vino.

Al principio todo tenía un ambiente muy 'hippie' y elaboraron vinos conjuntamente con todos los demás. "Éramos un grupo de amigos que llegamos al Priorat sin dinero y a pasarlo bien". La gran fama alcanzada por sus productos supuso un tremendo cambio para este grupo de colonos.

"Pensábamos que el Priorat podía dar grandes vinos, pero empezamos entre amigos para divertirnos y al cabo de cinco años ya vinieron los periodistas. Empezamos al estilo 'hippie' y ahora viene gente del mundo entero. De golpe hay que vestirse bien porque hemos pasado de Woodstock a la Scala de Milán".

Ahora pasa entre 4 y 5 meses al año en el Priorat de forma alterna. "Suelo venir cada 6 u 8 semanas, 2 meses para la vendimia". El resto está viajando entre Europa y Estados Unidos, aunque tiene su casa en Carolina del Norte.

En 1990 produjo el primer Clos Erasmus de verdad. Glorian mantiene la forma tradicional de cultivar viñas. La biodinámica permite trabajar en armonía con la influencia de los planetas y la gravedad que éstos ejercen sobre la tierra.

"La clave es aprovechar el mejor momento para podar, tratar, embotellar y mejorar la calidad del vino".

Emplea un sistema sostenible, a través de recursos naturales sin elementos artificiales. "No hemos inventado nada, los agricultores de la zona lo han hecho siempre así. No es nada nuevo".

Las añadas del 94 y del 98 ya recibieron una puntuación excepcional del afamado Parker, un 99/100, que hizo dispararse la demanda del vino en todo el mundo.

Recientemente, volvió a entrar en la historia. Dos nuevas cosechas, 2004 y 2005, alcanzaron la puntuación de 100/100 en la revista de Robert Parker, 'The Wine Advocate': el Clos Erasmus 2004 y 2005 del Priorat.

Además, el enólogo estadounidense dio la máxima nota posible a otros cuatro tintos españoles por primera vez en la historia.

Daphne no oculta su satisfacción: "No me voy a quejar, estoy muy agradecida. Me ha hecho ganar mucho tiempo, habría necesitado al menos 10 años de trabajo para conseguir la misma fama, aunque es una palabra que no me gusta. Desde hace 12 años tengo las cosechas vendidas antes de embotellarlas".

El 80% de la producción se exporta, en especial, a Estados Unidos y a Suiza. También se comercializa en España, Dinamarca, Bélgica, Suecia y Puerto Rico.
"Al principio en España y Europa los vinos del Priorat no interesaban a nadie, la gente se burlaba por desconocimiento. Se negaban a catarlo".
De esta forma, a Glorian no le quedó otro remedio que vender en el extranjero. "Clientes de los Estados Unidos se llevaron toda la producción". Ahora, tras la fama conseguida, todo el mundo quiere probar sus caldos. "Debo ser honesta y reservar botellas para la gente que me apoyó desde el comienzo".

El precio de las botellas alcanza los 500 euros por unidad. "Se han disparado y no puedo controlar el precio por la especulación y la diferencia es tremenda. Es inevitable ya que es un producto muy escaso pero esa cantidad tan elevada no es mi objetivo". Sólo se producen 3.200 botellas de Clos Erasmus y 4.300 de Laurel.

El Laurel se espera que alcance las 12.000 botellas a la larga. Glorian quiere expandir más este último, que se hace con viñas jóvenes. "Quiero tener un vino más económico. Estoy sorprendida por los precios actuales. No hay que pensar que somos grandes artistas, el vino sólo es vino y no una obra de arte".

CLOS ERASMUS, LAUREL

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