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Usuario Administrador: Charly
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VineScout, el robot agricultor con inteligencia artificial

Vinescout miden la disponibilidad de agua, la temperatura de las hojas y el vigor de las plantas

 
Que la robótica está ya en nuestras vidas y labores cotidianas no es una noticia y lo vemos cada día en los avances que se están produciendo en agricultura y en concreto en viticultura. Los robots comienzan a integrarse también en el mundo rural, un medio más complicado porque tienen que superar obstáculos como las dificultades del terreno y el clima.

 
La uva tiene que recogerse en su punto exacto de maduración, pero, además, la planta ha de disponer de un aporte de agua adecuado durante su desarrollo para que el vino acabe teniendo las propiedades que demandan los consumidores. El control de esos parámetros tan importantes para el viticultor no se suele hacer en campo porque es complicado y caro y, si se hace, pocos pueden permitirse utilizar cámaras de presión que miden el potencial hídrico.
 
VineScout es un proyecto de la Unión Europea que tiene como objetivo desarrollar un robot con inteligencia artificial que cuide los viñedos las 24 horas del día. El robot multiplica por 500 la obtención de datos mejorando tanto la producción de vinos como su venta posterior.
 
En el proyecto han trabajado la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de la Rioja, junto a la bodega portuguesa Symington, la empresa francesa Wall-Ye y la compañía británica Sundance Multiprocessor Technology. El proyecto se inició en 2015 con el desarrollo de VineRobot, un robot que tenía algunas limitaciones, como por ejemplo que no podia trabajar de noche. En estos tres años han estado trabajando en una versión mejorada llamada VineScout, que se ha presentado en Portugal.
 
VineScout utiliza la inteligencia artificial para desplazarse. Mediante el sistema de visión 3D estereoscópica LiDAR, junto a varios sensores de ultrasonidos, sigue el espacio que hay entre los viñedos para no chocarse con ellos ni estropear las uvas. La inteligencia artificial le permite aprender el camino y mejorar el recorrido a medida que más veces lo recorre, como hacemos nosotros. No es un proceso sencillo porque para cambiar de línea en los viñedos, tiene que dar una vuelta de 180 grados por terreno escarpado.
 
VineScout funciona con energía solar y baterías, y es capaz de recopilar información las 24 horas del día, pues ahora puede desplazarse también en la oscuridad. 
Posee un sensor de infrarrojos y una cámara multiespectral que utiliza para medir la temperatura de las hojas de los viñedos, así como la cantidad de agua que tienen las plantas. Con estos datos crea un mapa de la viña que el vinicultor puede consultar en tiempo real para saber si algunas vides necesitan más o menos riego, o si las uvas ya están maduras.

Imágenes

vinescout

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