Logo de La Esencia del Vino
Imagen bandera de EspañaImagen bandera de InglaterraImagen bandera de FranciaImagen bandera de Alemania
Usuario Administrador: Charly
Imagen bandera de España

Una empresa ingresa 58 millones con los restos de la vendimia

Alvinesa transforma el residuo de la uva en varios productos para la industria alimentaria y cosmética

En Ciudad Real destacada, sobre toda las demás, la industria vitivinícola, con cooperativas, bodegas (como García Carrión) y con la mayor destilería de España, Alvinesa, cuyo accionista principal y presidente de la empresa es Jesús Cantarero. Los tanques de acero inoxidable de la fábrica de Alvinesa brillan bajo el sol en el pequeño municipio de Daimiel. El germen de esta fábrica fueron las siete destilerías que su padre, Román, y sus tíos, llevaron a tener repartidas por España. Sus ascendientes hacían lo básico: transformar el orujo que queda tras prensar los racimos (raspón, hollejos) en alcohol para encabezar vinos de jerez o fortificar oportos. Él ha dado otros pasos y ha descubierto una rentable manera de aprovechar todo lo que produce la viña.
 

Se pueden sacar hasta 15 productos diferentes de los subproductos de la uva, explica Cantarero. No inventó nada: vio lo que hacían otros países, como Francia, donde con las pieles de las uvas tintas conseguían, por ejemplo, extraer colorantes naturales usados en alimentación. Y lo hizo en España.
 
Ahora el alcohol destilado supone menos de la mitad de su facturación (45%) y el resto se reparte entre ácido tartárico (25%), aceites extraídos de la pepita de la uva para consumo o para cosméticos (20%) y antioxidantes (10%). “Hablamos de productos con un precio mínimo de tres euros por kilo para un colorante natural, hasta los 600 o 700 euros que se paga por el resveratrol”, que se utiliza en productos como el complemento alimenticio antiedad Revidox.
 
Esta manera de convertir un desecho en un buen recurso les permite transformar cada año unas 300.000 toneladas de resto de vendimias (son entre un 30% y un 35% de las que se retiran en toda la viña española), pagándolas a entre 25 y 70 euros la tonelada. Reciben dos productos básicos: la parte sólida del racimo y la líquida procedente de las bodegas (las lías, restos de levaduras de la fermentación que quedan en las cubas). “Las lías las destilamos para extraer la materia prima del ácido tartárico”, explica el director financiero, Aurelio Valero. Lo aprovechan todo: hasta los restos de sus propios procesos terminan convertidos en abono para nutrir las 500 hectáreas de tierra de cultivo que tienen cerca de la fábrica y que dedican a cereales.
 
La autosuficiencia también la llevarán a la energía, con una planta fotovoltaica que ahora construyen que les proveerá del 100% de electricidad (ahora pagan facturas de unos dos millones de euros anuales) y que, según sus cálculos, amortizarán en cinco años.
 
En su último año fiscal, de agosto de 2017 a agosto de 2018, facturaron 58 millones. “Este año [2018-2019, que se cierra ahora] rondaremos los 65 millones en ventas”. Esta salud financiera se la deben a una estructura de costes de explotación moderados. La plantilla alcanza en campaña (coincidente con la vendimia) las 125 personas, pero el resto del año está al 50%. La informatización del complejo industrial hace que funcione las 24 horas al día con unos 16 técnicos por turno. Los sueldos que pagan son entre un 20% o 25% más altos que los que figuran en el convenio vinícola, de unos 32.000 euros brutos por trabajador, de modo que apenas hay rotación.
 
Entre otras cosas, han empezado a pensar más allá de la viña. Tienen proyectos para aprovechar otras materias primas como los cítricos, trabajando con empresas como AMC Innova Juice, Helios o Gullón. “Ahora estamos en un proyecto con polifenoles para combatir enfermedades neuronales”. Son proveedores de grandes fabricantes de leche materna a escala mundial (exportan más de la mitad de sus productos) y no creen que el cambio climático, aunque afecte ya a la producción de vino, vaya a ocasionar oscilaciones grandes en las cosechas españolas. Otro área importante en el futuro estará en los biocarburantes, para los que ya suministran alcoholes. “La legislación favorece la utilización de productos de doble cómputo [que salgan de la reutilización de otros] en su uso”. La alquimia de la uva, por ahora, sale redonda.
 

Imágenes

alvinesa

Comentarios

Añadir un Comentario nuevo