Un vino español de 340.000 euros, el más caro del mundo
Es el valor al que saldrá al mercado una edición única de AurumRed, un vino español elaborado en Las Pedroñeras, España
Cuánto estaría dispuesto a pagar por un vino bueno? ¿10 euros, 100 euros? ¿Cuánto? ¿Pagaría acaso unos… 340 mil euros? Pues ese es el valor al que saldrá al mercado una edición única de AurumRed, un vino español elaborado en Las Pedroñeras, España.
El vino AurumRed lo ha vuelto a hacer, su precio sigue subiendo como la espuma. Sí, su valor era de 17.000 euros, este año el precio de su Edición Oro se ha disparado hasta los 25.000 euros. Hilario García, la mente creadora tras el éxito de AurumRed, argumenta que es "el mercado el que decide, el que te pone en tu sitio". Explica que "por suerte no he ido a vender ni una sola botella, han venido a comprarla: es el mercado el que vende, el que posiciona, el que pone el precio y el que al final decide sobre el producto".
Para este viticultor "este trabajo y estos mensajes se introducen dentro del vino para que el cliente los perciba, que es quien decide". Un ejemplo que demuestra el valor de este vino: "cuando un cliente ve que hay una diferenciación en el caso del AurumRed y es que se mantiene durante días, semanas y meses una vez abierta la botella sin avinagrarse, es algo único, exclusivo y totalmente natural. O cuando lo pone en copa y tiene distintos aromas y sabores si se gira hacia un lado o hacia otro". Esto último ha sido otra de los hallazgos incorporados a este vino por su creador. En sus palabras, "si el consumidor al final percibe varias circunstancias de placer diferenciadas, ese es realmente el secreto".
Asevera que no hay marketing, ni publicidad, "no se ha realizado ninguna estrategia, la estrategia es trabajar todos los días en la viña de una forma muy especial, hacer cosas muy diferentes, realizar investigación constante y a ser posible de forma totalmente natural". Sí que aprecia de forma positiva que al publicarse información sobre el vino en prensa de diferentes países que se han hecho eco, finalmente ha llegado a los medios españoles, y todo sumado ha ampliado la difusión del producto. Sin embargo sigue valorando como un factor primordial que lo que le ha funcionado es el "boca a boca" de sus propios clientes.
"Todo tiene que evolucionar y se incorporarán más novedades, entre las ya implantadas: que se tratan los terrenos con ozono, para discriminar determinadas bacterias y hongos que puedan perjudicar, pero se introduce también información, dentro de la tierra, de las raíces. He elaborado un producto propio para poder impregnar dentro de la base de toda la planta para que no tenga contacto jamás con patologías, por ejemplo". Estos son algunos detalles aplicados al trabajo en el viñedo diario, sin embargo este bodeguero resalta también la importancia del continente, del packaging en este vino: "La exclusividad del formato de la botella, que es único, patentado en todo el mundo y que es imposible de falsificar". Estos factores forman parte del proceso con el que se cuida a AurumRed, mimando mucho todo.
Así se parte del cuidado de la planta de forma que "se seleccionan al máximo hasta los racimos, durante todo el período, controlando la evolución de esas uvas para que cuando lleguen a bodega estén muy escogidas, que solo hayan quedado uno o dos racimos en cada planta, que durante nueve, diez o doce repasos por cada planta se va seleccionando constantemente y es un trabajo enorme, que tiene al final que resumirse en ese líquido tan apreciado dentro de la botella".
Sobre el emplazamiento, no tiene dudas "yo elegí Las Pedroñeras, nací y vivo allí. Tenía una viña con más de cien años, elegí un terreno muy especial, de cuatro hectáreas, son dos de viñedo y dos de jardín, para que las cepas estén en un paraíso. El sitio es importante y si tú le das mucho más la planta es muy generosa". Hasta le han ofrecido tener la bodega en el Valle de Napa (Estados Unidos) "y de forma gratuita, regalada, por tener la marca allí y no me interesa".
Este bodeguero va dar el siguiente salto cuantitativo y cualitativo; unir su vino con el arte. Doce de los mejores artistas contemporáneos del mundo están trabajando en este proyecto, donde se quiere fusionar vino y arte. La primera de las piezas ya está terminada y es obra de un artista español que, según dice Hilario García será el próximo Miguel Ángel, en referencia a Alberto Rodríguez Serrano, una joven promesa de la pintura que presume de ser el único artista, junto con el pintor de la Capilla Sixtina, que expuso en la Accademia di Belle Arti di Firenze. Hilario García y el artista Alberto Rodríguez Serrano han combinado su creatividad en una vasija de AurumRed de 16 litros del preciado tempranillo de la serie Oro, una edición especial que saldrá a la venta por nada menos que 340.000 euros.
Contrario a lo que dicta la ortodoxia, el empresario vitivinícola experimentó diferente al resto. "Me di cuenta de que las botellas tenían mejor sabor cuando reposaban en vertical en vez de en horizontal, su posición habitual. Llegué entonces a la conclusión de que el secreto estaba en la forma de la botella, que generaba energías piramidales cuando estaba de pie y resulta que eso favorecía el sabor del vino", explicó. También habla del lado místico de la producción: "Cultivar en diferentes lunas, hablarle a las uvas, no dejar entrar a nadie en contacto con el producto… son más de cien factores que después hacen hablar al vino". ¿Habrá que probar su vino para creerle? Si se es un jeque árabe o un multimillonario asiático, sí. Si no… quizá solo confiar en su palabra.