¿Se recicla el tapón de corcho del vino?
Son tantas las utilidades del corcho, que reciclarlo está en nuestras manos
En España no existe cultura de reciclaje de los tapones de corcho. De hecho, actualmente no existe ninguna norma establecida para su reciclado. Por norma general, se depositan en el contenedor orgánico, para no dificultar el reciclado del vidrio o de los envases. Si el ayuntamiento no ha implantado el sistema de recogida de basura orgánica, por increíble que parezca hay que llevarlos al contenedor amarillo, porque se consideran parte de un envase. También van al amarillo las chapas metálicas y los tapones de plástico. El metal de las chapas se funde para hacer envases, piezas de automoción o herramientas, de los tapones de plástico pueden salir otros envases, cubos y mobiliario urbano.
Se pierden así las ventajas económicas y medioambientales de reciclar corcho: generación de puestos de trabajo, ahorro de recursos naturales, ayuda a la conservación de los alcornocales y la biodiversidad que sustentan. Pero están surgiendo iniciativas para promover el reciclaje del corcho.
¿Cómo se obtiene el corcho?
El alcornoque o “quercus suber” viste su tronco y sus ramas con una gruesa corteza. Esta corteza es un producto natural y renovable: el corcho. De todos los productos que se pueden sacar del corcho el tapón es el más valioso. La industria corchera debe su existencia a la fabricación y comercialización de este producto. El tapón de corcho es un producto medioambiental sostenible y supone una fuente de ingresos y empleo a nivel estatal.
Su extracción no causa ningún impacto negativo, no requiere la tala del árbol. Los alcornoques regeneran su corteza. El corcho con características para fabricar tapones se obtiene cuando el alcornoque tiene unos 40 años, respetándose un periodo de al menos 9 años antes de volver a extraerlo, teniendo en cuenta que un alcornoque tiene una vida aproximada de unos 170-200 años podría generar corcho apto para la fabricación de tapones unas 17 veces.
La “saca del corcho” se realiza manualmente, no requiere maquinaria muy sofisticada sino conocimientos y técnica. El tapón de corcho es un producto natural, orgánico, renovable y biodegradable, se obtiene de las planchas de corcho natural, conocidas como “corcho taponable”, por perforación de las mismas mediante una cuchilla en forma de tubo que gira a elevadas revoluciones por minuto.
¿Cómo se recicla el corcho?
El proceso de reciclaje del corcho es muy sencillo, pero resulta costoso. Empresas privadas tales como Servino, promueven el reciclado del corcho, recogen unos 9.000 tapones que envían a reciclar. Rich People Things, es otra empresa privada española, que se dedica a la recolección de tapones de corcho de vino para convertirlos en tablas de surf. Miquel Alimentació, ha instalado en sus establecimientos, contenedores para promover el reciclado de corcho. Su función consiste en concienciar al reciclado a sus clientes.
Una vez recolectado el corcho, se tritura, lo tamizan y se convierte en una especie de gránulos pequeños. No tienen impurezas y se convierten en una nueva materia prima para reutilizar.
¿Para qué sirve el corcho reciclado?
El corcho reciclado no se vuelve a utilizar en la fabricación de tapones. Con 2.500 tapones usados se puede fabricar una tabla de surf, además el proceso de fabricación es inocuo. El corcho reciclado también sirve para fabricar carcasas de móvil, carteras, bolsos ecológicos, monederos, combustible para fábricas, plantillas para el calzado, etc. Plantillas que utilizan los jugadores de la NBA en sus zapatillas y los alpinistas de élite.
Con un tapón de una botella de vino se puede fabricar de todo, excepto un nuevo tapón de corcho. Incluso suelos para los hogares y pavimento para reformas y construcciones. La cadena hotelera NH recolectando dos toneladas de tapones de corcho, ha conseguido más de 8.000 metros cuadrados de pavimento.
El reciclaje del corcho sería también una forma más de apoyar y mantener vivo este sector, en peligro por su progresiva sustitución por materiales sintéticos y las amenazas medioambientales que sufren los alcornocales, de cuya corteza se extrae. España es el segundo productor mundial, tras Portugal, y cuenta con alrededor de una cuarta parte mundial de alcornocales, ubicados principalmente en la costa mediterránea, Andalucía y Extremadura.
¿Curiosidades sobre el corcho?
- Los alcornocales son ecosistemas mediterráneos de gran riqueza biológica, hogar de especies amenazadas como el lince ibérico en España y Portugal.
- Si los alcornocales desapareciesen, el entorno natural quedaría más expuesto a la erosión y la desertificación, se perdería empleo rural, se reduciría la capacidad de absorción de dióxido de carbono (CO2), esencial para la lucha contra el cambio climático, los famosos jamones de bellota desaparecerían y pasaría a la historia un bello paisaje típico mediterráneo.
- San Vicente de Alcántara (Badajoz) es considerada la “capital del corcho”, muy conocida por la producción y elaboración del corcho. La tradición se remonta a 1858, cuando se abre la 1ª fábrica. Es un referente en el sector del corcho a nivel mundial por su calidad.
- El tapón de corcho en contacto con el vino puede generar compuestos saludables como la “acutissimina A”un fuerte agente anticancerígeno.
- El 92% de los españoles prefiere el tapón de corcho para las botellas de vino y cava.
- La Península Ibérica cuenta con más de la mitad de la superficie de alcornocales de todo el mundo, España es el segundo país con mayor extensión de este tipo de ecosistema, con más de 500.000 hectáreas.
Los responsables del sector recuerdan que en España el corcho da trabajo a unas 3.000 personas y que además de la producción de tapones, que supone un 85% del volumen de negocio, industrias muy diversas utilizan el corcho por sus propiedades aislantes, su ligereza o su flotabilidad.
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