La intoxicación por tufo del vino
El tufo del vino es responsable de numerosos accidentes en bodegas de todo el mundo
El tufo del vino, así llamado en el sector vitícola, es como se conoce al CO2 que se desprende cuando se realiza la fermentación alcohólica en la producción del vino. En esta fermentación se genera CO2 (conocido como Tufo), alcohol y calor. En algunas ocasiones, muchísimo calor. Si habéis tenido la oportunidad de visitar una bodega antigua, en sus calados subterraneos veréis que existen unas chimeneas que comunican el calado con el exterior. Se les llaman tuferas y su única utilidad es servir como escapatoria para el CO2.
El dióxido de carbono o CO2, en sí mismo, no es venenoso, pero al ser más denso que el aire ocupa las oquedades a cubierto de las corrientes y, desplaza al oxígeno, haciendo que la respiración no aporte oxígeno a los pulmones y provocando en escasos tiempo la pérdida de la conciencia y un poco después, la muerte por asfixia. La peligrosidad de este gas radica en que produce una rápida pérdida de la consciencia y si no se produce un rescate inmediato, la muerte, bien por caídas bien por asfixia. Muchas personas han muerto ahogadas también en depósitos de vino.
Hoy es posible prevenir este riesgo si quien trabajan descienden con un detector portátil de gases. Los hay específicos para la detección del CO2 de las bodegas y otros lugares con el mismo problema, como las fábricas de cerveza, que avisan a su portador automáticamente de una concentraciones de CO2 peligrosa. También ayudas a evitar estos accidentes los equipos de respiración autómoma. que permiten a terceras personas acudir a auxiliar al accidentado
Antiguamente se detectaba la presencia de este gas con una vela encendida. En el momento en que se apagaba, los trabajadores sabían que el oxígeno estaba disminuyendo y que el 'tufo' estaba allí, de modo que había que abandonar la bodega.