El color de la botella de vino
Las distintas tonalidades se consiguen coloreando el vidrio en su estado líquido a través de polvos de óxido metálico completamente inocuos
El vino es un ser vivo y seguirá evolucionando en el interior de la botella hasta su momento óptimo de consumo. Dependiendo del tipo de vino y de la forma de almacenarlo, ese momento óptimo llegará antes o después, y en esto tiene mucho que ver el color y la forma de la botella.
- Transparente: sin duda es el vidrio que peor conserva las propiedades del vino, solo evita un pequeño porcentaje de radiación solar.
- Verde: está bastante bien, por lo general consigue filtrar entre el 30 y el 60% de la radiación.
- Ámbar: es el mejor color para evitar que se estropee el caldo, atrapa casi el 90%
Aunque no existen reglas o legislaciones al respecto, los usos y costumbres han llevado a los bodegueros a destinar ciertos colores a determinados tipos de vinos:
- Para los vinos Tintos se usan botellas de color verde oscuro.
- Para los vinos Blancos se usan botellas de color verde claro o castaño.
- Para los vinos Blancos jóvenes o Rosados, normalmente de consumo rápido, se usan botellas transparentes.
- Para los vinos de Guarda se usan botellas de cristal oscuro, casi opaco.
- Para los vinos de Jerez y Oportos se usan botellas de color marrón oscuro o negro.
Aunque en la actualidad, la mayoría de los productores de vino tinto siguen empleando cristales de color verde oliva, porque según los especialistas, es uno de los envases que mayor protección ofrece al vino.
Como hemos visto la razón principal de colorear el vidrio es proteger al vino frente a la luz, pero además en algunas ocasiones la elección del color del vidrio está vinculada a objetivos puramente mercantiles, y se elige para resaltar los matices y los reflejos de los vinos que contienen. De modo que hoy la gama de colores se ha extendido en forma notable, dejando al descubierto un mercado preocupado por la estática y la presentación de sus productos.